Don Fernando se encontraba en el ocaso del dia podando sus excentricas flores, (nunca puedo recordar sus nombres, lo cual lo irrita de sobremanera) cuando levanta la vista y me empieza a mirar fijamente, mientras yo seguia tomando notas tratando de no perderme nada de lo que decia o hacia, me dice:
-: ¿Que haces? ¿Nunca soltas esas notitas? ¿Hace cuanto no le decis te quiero a tu madre? ¿Estas observando este hermoso ocaso en el cual el sol se esconde tras las sierras?
La sorpresa en mi rostro era evidente, lo cual solo atine a responder con monosilabos y el continuo.
-: ¿ Alguna vez tuviste motivos para golpear un agente de la ley? yo si.
Contame, !dale¡. Error. A EL nunca habia que tutearlo.
-: Mira nene, cuando tu mama aprendia a hacer el repulgue de empanadas tucumanas, yo ya habia enderezado mas de mil bananas, asi que te pido por favor, que no me tutees porque yo no soy ningun agente de la ley y ningun maricon aficionado a las flores.
Solo baje la vista, ya que desde que estoy en su finca (mas de 3 meses) siempre me corre un sudor frio por la espalda cuando se enoja, temiendo que me eche y no me deje regresar de por vida, como sucedio con otros.
-: Quedate tranquilo, te cuento.
"yo tenia 13 años cuando mi papa , Jurguen, se fue a un concurso de origami a las guayanas francesas, nos quedamos solo mi madre y yo.
Era el año 1958, y en las calles habia rumores de una gerra civil, para refundar las guayanas. Los rumores eran fuertes ya que en ese año estabamos viviendo en paris en el barrio roland garros. Mi padre siempre le gusto parecer de clase baja, a pesar de poseer una gran fortuna ya que era heredero de un tio abuelo lejano aleman, se decia que se habia hecho rico robandole cortauñas de oro a los jerarcas nazis. A pesar de esto, el habia comprado esa casa, que por fuea parecia ser sobria pero nada ostentosa y pasaba desapercibida como a mi padre le gustaba. Pero dentro de ella tenia mejores canchas de tenis que el complejo del famoso torneo. Uno salia a la calle y lo unico que veia era cuchichear a la gente acerca de la situacion, ya que muchos residentes del barrio provenian de las guayanas, hasta el famoso loco mudo del barrio parecia saber del tema. Pasaban los dias y de mi padre ni una noticia, se decia que el barco en el caul viajaba (era fobico a los aviones) habia sido bombardeado por la marina boliviana (se notaba la ignorancia y desprecio europeo hacia latinoamerica). Mi madre y yo estabamos muy preocupados por la situacion, de noche, a travez de las ventanas se podian escuchar gritos espantosos de angustia , hasta que en un momento cambiaron a gritos de dolor y ruidos de armas disparando sin interrupcion; cuando quise asomar mi cabeza, mi madre se tiro encima mio, esquivando una bomba molotov, que por suerte fue a parar a la pecera donde tenia mi langosta de mascota (lamentablemente perecio). Me tomo de la mano y me arrastro al bunker que ya venia con la casa, construido en la segunda guerra mundial; en el camino solo pude tomar mi spika.
Despues de cuatro noches en el bunker, escuchamos que del lado de afuera intentaban abrir la puerta, nos abrazamos fuertemente con mi madre y suspiramos de alivio cuando divisamos que era mi padre, con el trofeo del segundo lugar (un pliegue le habia quedado a 46 grados, por eso perdio). Nos tomo a ambos, con la ropa que teniamos puesta hace cinco dias, subimos a un auto de la policia francesa, el oficial prendio la sirena, que estaba en un molesto Do menor/7 disminuida en 5ta (naci con oido absoluto). Mientras escapabamos del infierno mi padre dijo -: ! Nos vamos a Marsella¡....
El oficial solto una carcajada y queriendo contenerse dijo; -: ! Todos los que dicen que se van a Marsella terminan en Buenos aires¡
Mi furia fue incontenible, le quite el arma al oficial, lo golpee en la sien, mis padres atonitos intentaban controlar el automovil y yo solo gritaba: -: ! Soy argentino hasta las pelotos frances pelotudo¡.
Eso fue lo ultimo que me acordaba, desperte en el hospital con mis padres observandome, ambos llenos de vendas, una hermosa enfermera limpiando mi papagayo, y el oficial al cual yo habia herido, que casualmente tambien era cura y no le quedo otra que perdonarme. El me explico que lo que dijo es un dicho famoso en francia y que ni el tiene idea que quiere decir.
Lo ironico, que despues de todo esto, nos fuimos a vivir a Buenos aires en el barrio monte castro, un hermoso caseron con cancha de tejo.
Y cuando cupli 18 años, intente estudiar para policia, pero me rechazaron por tener codo de tenista. "
Era la primera vez en meses que me habia relajado y su historia me habia llevado por paisajes hermosos y lugares que nunca estuve. Me hizo pensar en mi familia, en mis diferentes hogares de mi infancia y el policia hijo de puta que me habia llevado preso porque me engancho ayudando a una prostituta indocumenteda, que se habia tropezado en la vereda y fracturado la escapula.
Mientras seguia sumido en mis pensamientos, luego de varios minutos, Don Fernando de la Chotta, aun regando sus plantitas, me pregunto:
-: ¿ Anotaste todo lo que te conte?
-:No.. usted me dijo que dejara mis anotaciones y me relaje.
-: Sos un pelotudo.
Por suerte la frase termino ahi, no le respondi y me dedique a barrer las ramitas que El habia desparramado durante horas.
-:
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